La marca lo es (casi) todo.
Probablemente, el mundo ha cambiado más en los últimos 20 años que en los 2 siglos precedentes, algo que se explica por la acción de los fenómenos de la globalización y, sobre todo, de la digitalización.
El resultado se traduce en un entorno económico-social altamente competitivo y en constante cambio y evolución. La feroz competencia viene determinada, por un lado, por el incremento de la población mundial, que se ha duplicado en los últimos 40 años. De otro, por la globalización, es decir, la movilidad de capitales y trabajadores. Por su parte, el componente digital que forma parte de nuestras vidas cotidianas provoca que las fronteras físicas, temporales y espaciales se difuminen hasta prácticamente desaparecer, posibilitando modelos de negocios y formas de entender la economía absolutamente impensables tan solo unos pocos años atrás (por ejemplo, las diversas formas de Economía Colaborativa).
Las marcas son los activos intangibles más valiosos.
Así pues, la importancia relativa que ostentaba una marca hace 50 años, cuando la variedad de bienes, servicios y productores era infinitamente menor a la actual, ahora cobra en una importancia capital. Como muestra de ello, el siguiente gráfico recoge el valor (en millones de dólares americanos) de las 10 marcas más valiosas del mundo:
Como puede apreciarse, Apple, seguida de cerca por la todopoderosa Google, tiene un valor de casi 185.000 millones de dólares. Para hacernos una idea, representa más del doble del PIB de Ecuador, aproximadamente el PIB de Andalucía o algo menos del PIB de Grecia. En su conjunto, las 10 marcas más valiosas representan el 75-80% del PIB de toda España. Sin ninguna duda, se tratan de cifras astronómicas, máxime teniendo en cuenta que una marca no se corresponde con un activo físico tradicional (fábricas, instalaciones, bienes de consumo…).
La importancia de la vertiente emocional de las marcas.
En este sentido, una marca es un concepto que ha evolucionado desde una perspectiva meramente “objetiva” (marca como símbolo) hacia un concepto con una fuerte carga subjetiva (principios, metodologías, emociones…) a través de la cual la empresa o persona puede diferenciarse en mercados saturados, o bien, lograr una posición aventajada en nuevos mercados (“first to market“).
Por esta razón, es necesario gestionar convenientemente, en primer lugar, la creación y estructuración de la marca, para continuar con su desarrollo y potenciación, y culminando con otras acciones derivadas como la extensión de la marca, el diseño de una “cultura de marca” o la consecución de una legión de fieles consumidores (objetivo último).
El proyecto Branding Facts se centrará en ofrecer un análisis y una perspectiva disruptiva y, sobre todo, de aplicación directa, sencilla y práctica para que cualquier persona pueda realizar un efectivo brand management.
Empezamos.
La marca es el pilar fundamental del producto por eso es importante trabajar constante mente en ella, desarrollando nuevas técnicas y aplicando nuevos métodos para que así la marca sea reconocida mundialmente por ofrecer productos de excelente calidad.
Efectivamente, la clave está en la constancia y no tanto en ofrecer productos de excelente calidad (que también), sino en provocar que el consumidor crea que esos productos tienen una excelente calidad. Y aún más importante es generar una experiencia en el comprador y exaltar determinados valores: respeto al medioambiente, obra social, respeto a sus trabajadores, pertenencia un grupo, etc., etc.
Si nuestra marca esta bien posicionada podemos llegar a representar una cifra significativa de nuestro mercado, incluso seguir expandiendo la marca rompiendo todos los límites que se ponen ante la comercialización. Gracias Daniel Amor por compartir tus conocimientos con los demás, es de mucha ayuda toda esta información.
Saludos desde Ecuador !
Es crucial tener presente que la inmensa mayoría de los mercados están tendiendo a ofrecer productos homogéneos, cada vez menos diferenciados entre sí. El mercado automovilístico europeo (influido por las sinergias automovilísticas) e incluso el de telefonía móvil son dos buenos ejemplos al respecto. Por esta razón, un gran número de consumidores compran “marcas” en lugar de productos, o dicho en otras palabras, los consumidores “compran” determinadas emociones, valores y sentimientos de pertenencia a un determinado grupo. ¿Qué porcentaje de los compradores de Mercedes-Benz o de Apple lo hacen, precisamente, porque es un Mercedes-Benz o un iPhone? Seguramente una cifra elevada.
Me parece super bien el proyecto Branding Facts ya que es innovador y sera de mucha ayuda para que las personas puedan realizar un efecto brand management.
De eso se trata, de cambiar “el esquema mental”, y actualizar las aportaciones de los “grandes” autores (con Aaker a la cabeza) para adaptarlas a la actualidad, ya que poco o nada tiene que ver el mundo y la forma de relacionarnos y comunicarnos respecto de la realidad de hace tan solo 15 años (¿Quién se iba a imaginar en el año 2000 que podríamos enviar mensajes, vídeo y archivos desde la palma de nuestra mano e ilimitadamente?). Insistiré en este cambio de miras para ofrecer contenido práctico y funcional.